
En España, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) representan más del 80% de la industria de defensa, un dato que subraya su peso estratégico en un ámbito esencial para la seguridad nacional, la autonomía tecnológica y la competitividad del país. Su aportación no solo es cuantitativa, sino que abarca la innovación, la flexibilidad y el dinamismo, consolidándose como un pilar esencial en la modernización de nuestras Fuerzas Armadas.




